AFP

Bolivia decidió ayer la expulsión de diplomáticos de México y España, tras la controvertida visita del fin de semana de personal español a la embajada mexicana donde están asilados exministros de Evo Morales, desencadenando una medida de expulsión recíproca de bolivianos por Madrid.


La presidenta interina Jeanine Áñez declaró “personas no gratas” a la embajadora de México, María Teresa Mercado, a la encargada de Negocios de España, Cristina Borreguero, al cónsul, Álvaro Fernández y al grupo de “presuntamente diplomáticos encapuchados y armados” envueltos en el incidente del pasado viernes.


Dijo en una declaración de prensa en el presidencial Palacio Quemado que ellos “han lesionado gravemente la soberanía y la dignidad del pueblo y del gobierno constitucional de Bolivia” y ordenó que “abandonen el país en un plazo de 72 horas”.


El gobierno boliviano denunció que la encargada de negocios y el cónsul de España llegaron a la embajada de México, junto con personal “encapuchado y presuntamente armado” de seguridad, con el objetivo de evacuar al exministro Juan Ramón Quintana, brazo derecho de Morales desde que llegó al poder en 2006.


La canciller Karen Longaric aclaró ayer que las expulsiones “no implican de ninguna manera ruptura de relaciones diplomáticas”, pero que ahora los dos países deben nombrar a nuevos funcionarios.


Las relaciones de Bolivia con México están deterioradas desde que el gobierno de López Obrador decidió darle asilo a Evo Morales, y a sus allegados. Bolivia protestó que este país le haya permitido tener actividad política pública.


El expresidente de 60 años, amigo de Venezuela y Cuba, se trasladó luego el 12 de diciembre a Argentina, para pedir refugio, donde no ha cesado su labor política, lo cual también motivó la protesta de La Paz ante la cancillería argentina.



México dice es una decisión política


Tras la expulsión de su embajadora en Bolivia, México calificó la medida como una “decisión de carácter político”.


México denunció que su residencia sufre “hostigamiento” y reclamó su cese. Señaló que “ha instruido a la embajadora María Teresa Mercado a regresar a su país con el fin de resguardar su seguridad e integridad”, precisando que una sucesora asumirá temporalmente el puesto y que las oficinas diplomáticas trabajarán con normalidad.


El gobierno de López Obrador había abierto la semana pasada una posibilidad de diálogo con Bolivia, para tratar de resolver los incidentes, pero las iniciativas no pasaron de declaraciones bilaterales de buenas intenciones.


México expresó en varias ocasiones su temor de que el gobierno boliviano ingrese por la fuerza para detener a los antiguos funcionarios de Evo Morales.



España acusa a Bolivia de “gesto hostil”


El Gobierno español ordenó la expulsión de tres diplomáticos de la delegación boliviana en Madrid en reciprocidad tras la expulsión de dos diplomáticos por parte del Gobierno de La Paz, considerado un “gesto hostil”. Además, Madrid exige a Bolivia que “desescale” sus afirmaciones.


“En reciprocidad al gesto hostil del Gobierno interino de Bolivia de declarar como persona non grata a dos diplomáticos españoles, España ha decidido, a su vez, declarar a tres miembros del personal diplomático y consular boliviano acreditado en nuestro país”, explicó la presidencia.


Los tres diplomáticos bolivianos expulsados son el encargado de negocios de la Embajada boliviana, Luis Quispe Condori, además del agregado militar, Macelo Vargas Barral, y del agregado policial, Orso Fernando Oblitas Siles.